jueves, 1 de mayo de 2014

Untersee Radtour


Distancia: 83 Km
Tiempo: 4 h 33'
Altitud máxima: 452 m
Altitud mínima: 390 m
Desnivel positivo acumulado: 356 m
Dificultad técnica: Fácil
Track: Wikiloc

Aprovechando que tengo unos días libres por Semana Santa y que el viernes no daban lluvia decidí escaparme por la mañana para hacer otro tramo del recorrido que le da la vuelta al Bodensee, como hace unos meses hice el tramo del Überlingen see, esta vez me tocaba el tramo del Untersee, dejando así el tramo mayor para cuando esté un poco más entrenado, porque son algo así como 140 Km.

La ruta en cuestión, me refiero al Bodensee Radweg, pasa justo por delante de la puerta de mi casa, con lo que no hay posibilidad de perderse, posibilidad que si supe aprovechar 5 kilómetros más tarde cuando al atravesar el polígono industrial a las afueras de Konstanz dejé de ver las características señales que informan del recorrido.


Así que como sabía que tenía que pasar por Reichenau me fui por el camino que conduce a la isla en cuestión que va junto a la vía del tren y allí volví a encontrar las indicaciones que buscaba. Muy astuto, ¿verdad? ;-)


Una vez que conseguí volver de nuevo al camino correcto y al abandonar ya la zona más urbana empecé a disfrutar del paisaje.



Y es que el recorrido no tiene ninguna dificultad, ni técnica ni física, ya que es prácticamente llano y te permite ir muy relajado casi todo el rato.


Desde Konstanz hasta Allensbach el camino va relativamente apartado del lago, pero al llegar a esta localidad vuelve a acercarse a la orilla. Al fin y al cabo eso es lo que vas buscando cuando eliges un recorrido que circunda un lago, o eso pienso yo.


Y así iba yo, con mi cara de empanao, dejando atrás el bonito pueblo de Allensbach...


... atravesando grandes campos de esas florecillas amarillas que no se como se llaman...


... rumbo a Radolfzell, donde vuelves a entrar en zona urbana, pero no mucho, solo lo justo para ver a la vecina de turno sacar al niño a pasear.


Porque rápidamente te diriges a un carril junto al lago que es bastante más bonito.



Este carril te lleva a todo lo largo de la localidad de Radolfzell y justo hasta el borde superior del lago...


... tras el que atravesamos una zona pantanosa cubierta de cañaverales en dirección SW hasta el pequeño pueblo de Moos.


Pues por ahí iba yo tan contento, cuando me encontré con los primeros ciclistas en todo el día, y eso que ya llevaba 30 kilómetros y como llevaba la cámara en la mano... pues les hice una foto, que a juzgar por la miradita del hombre no le hizo mucha gracia.


Pero a mi eso me da igual, yo me lo estoy pasando genial.


No hay más que ver el sitio tan bonito por el que estoy pasando.


Ya sean praderas o zonas más arboladas, todas me gustan por igual.


Y cuando se cogen unos metros de altura y el campo visual se abre... 


... bueno, que os voy a contar, que a cada momento encontraba algo me hacía pararme y sacar la cámara del bolsillo.


Como las típicas casitas alpinas del pueblo de Gaienhofen. Un lugar precioso.


Y siempre disfrutando del tiempo tan bueno que me está haciendo. Que me dan ganas hasta de meterme en el lago.


En fin, que todo es muy bonito y que tan pronto estás cruzando un campo de un verde intenso...


... como que el siguiente es de un amarillo más intenso todavía. 


La sorpresa más grande me la llevé cuando llegué a Stein am Rhein y no por lo bonito del pueblo, que lo es, ni por las vistas al cruzar su puente hacia el este, hacia el Bodensee, ni hacia el oeste, hacia el Rhein...


... si no porque pensé que allí me iba a encontrar las famosas cataratas del Rin, las Rheinfall, y resulta que están 23 kilómetros más al este, en la localidad de Neuhausen am Rheinfall. Una muestra más de mi impresionante nivel de cultura general. Que desastre.

Total, que una vez pasé al otro lado del lago, ya completamente en suelo suizo, enfilé mis pasos o más bien mis pedaladas de nuevo hacia este, al contrario que los buenos cowboys, no solo para seguir disfrutando el paseo en bici...


... sino para descubrir que aquí en Suiza también las marujas tienen su Ruta del Colesterol o como seguro que la llamarán por aquí... Der Cholesterinweg :-P


En esas andaba yo, buscando similitudes entre España y Suiza, cuando me di cuenta que llevaba 60 kilómetros sólo con un café en el cuerpo, así que como aún me quedaba un rato decidí pararme en algún sitio bonito a tomar un bocado y un buen trago de Isostar, por supuesto que ese lugar no tardó en aparecer.


Y así recuperé fuerzas para seguir mi camino que me llevaría durante unos cuantos kilómetros junto a la vía del tren...


... atravesando los pueblos de Mammern...


... y Berlingen...


... siempre muy cerquita de un inmenso Bodensee que aún no me ha dado la opción de echar de menos el mar Mediterraneo.


Y dejando en mi retina las imágenes de algunos rincones realmente sorprendentes.


Hasta llegar de nuevo a la ciudad de Konstanz.


Y a su Bosque de Loretto que tanto me gusta atravesar para llegar a casa.


1 comentario:

  1. Fran, que sitios tan bonitos y que contrastes de colores..dan ganas de coger la bici y tirar para allá, que diferencia con los caminos rotos de por aquí.. con lo que me gusta a mí un caminito todo lisooo..que gozada..¡¡disfruta del lugar¡¡

    Un saludo desde el sur..Isabel

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